Atentos, manos en recogimiento, mirada hacia el suelo, voz quejumbrosa, y rezad conmigo:
El Señor es mi Pastor:
Válganos Nuestro Señor
El Señor envía rayos y truenos
a los hombres que son pobres pero buenos,
y colma de dineros y regalos
a los hombres que son ricos pero malos.
El Señor es mi Pastor:
Válganos Nuestro Señor
Hace tiempo que ya no me desvelo
pensando en el Infierno ni en el Cielo
porque, viendo a mi Señor cómo reparte,
al morir puedes ir a cualquier parte.
Válganos Nuestro Señor
Visto en el Blog de Manolo Saco
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